lunes, 31 de diciembre de 2012

¡HAGAMOS UN FELIZ AÑO 2.013¡


Un nuevo año llega y estos días, repetiremos eso de los buenos deseos y propósitos, eso de desear y desear…

Llega un nuevo año y pensaremos en todo lo que el año -ya casi pasado- quisimos hacer y una vez más se quedó sólo en eso, en un deseo…

Un nuevo año llega y casi sin querer, volveremos a pensar en aquello que ya toca hacer y quizás este próximo año lo consigamos realizar…

Llega un nuevo año y posiblemente en éste, sí se pueda cumplir todo lo que deseemos justo cuando finalice este año y comience el nuevo, puede ser el año del cambio, el de conseguir nuestros propósitos…

Un nuevo año llega y nuestra mente, a través de nuestros pensamientos, se refugiará en lo bueno que nos espera, que puede llegar, en eso que tanto deseamos…

Llega un nuevo año y tendremos que decidir si seguimos pensando y deseando ó hacemos algo diferente, algo nuevo y diferente…

Un nuevo año llega y está en nuestras manos hacer…, no solo pensar y desear, podemos hacer…

Llega un nuevo año y podemos añadir eso que nos ha faltado otros años, algo imprescindible para alcanzar nuestros deseos…

Un nuevo año llega y tendremos que dar continuidad a nuestros deseos…, tendremos que comprometernos a conseguirlos, tendremos que hacer…

Llega un nuevo año y te propongo hacer algo diferente, algo que te permitirá conseguir tus deseos…, este próximo año tiene que ser tu año, nuestro año…

Un nuevo año llega y debes escribir tus deseos, plasmarlos en el papel y marcarte plazos…, tienes que convencerte que es necesario dar continuidad, constancia y sobre todo poner en marcha tus deseos para que se transformen en realidad…

Llega un nuevo año y te deseo que descubras todo lo que puedes hacer…, que descubras que si no haces, no conseguirás…, que los logros son producto de pasar a la acción…

Un nuevo año llega y será feliz, muy feliz…, pero debemos hacer, todos debemos hacer y no solo desear…, si pasas a la acción, si te pones en marcha, llegarás tan lejos como quieras…

¡FELIZ AÑO NUEVO¡

lunes, 24 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD¡


Te deseo lo mejor en estas fiestas navideñas..., la mayor felicidad para ti y las personas que quieres y aprecias, que estos días sean inolvidables, que sean insuperables...

Te deseo que disfrutes estas fiestas desde la perspectiva más positiva posible..., proponte ser feliz, proponte mejorar aquello que te ayude a ser más feliz, todos los días tienes posibilidades de cambiar, de ser feliz o más feliz..., pero siempre desde el convencimiento y la confianza de creer que es posible cambiar, tienes que confiar, la magia existe..., tú puedes obrar el milagro de la navidad.

¡Es posible mejorar¡, es posible ser feliz..., ¿pero te lo has propuesto?, ten la certeza de que es posible y haz que se cumplan tus deseos.

En esta gran película que es la vida, tú eres el/la protagonista..., interpreta tu papel desde las enormes capacidades que tienes, -sí, es verdad, nunca lo dudes-, tus capacidades están esperando a salir, pero necesitan de algo imprescindible, algo realmente mágico...

¡Tienes que confiar en ti...¡, esa es tu magia..., tienes que creer en ti, no hay nada más importante para que se cumplan todos tus deseos...

Añade tu granito de arena, si somos más felices, si cambiamos de verdad, desde dentro, cambiaremos poco a poco el resto...

Un gran abrazo...

viernes, 7 de diciembre de 2012

La metáfora de los monos


Un grupo de científicos agrupó cinco monos en una jaula en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas.

Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.

Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros le golpeaban, hasta que llegó un momento en que ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las bananas.

Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos, y lo primero que hizo el nuevo individuo fué subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le propinaron una gran paliza.

Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales palizas.

Un segundo mono fué sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato.

Un tercero fué cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear.

El cuarto y finalmente el quinto de los veteranos fueron sustituidos.

Los científicos quedaron entonces con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.

Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con certeza la respuesta sería:

<< No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así. >>  ¡¿Te suena?!

Reflexiona la enseñanza de este cuento, de cuantas veces hacemos las cosas porque siempre se han hecho así, en vez de plantearnos el por qué hacemos las cosas como las hacemos, y si podría haber otra manera mejor de hacerlas.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Las piedras de tu vida


Cierto día, un motivador experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidarán.

De pie, frente al auditorio de gente muy exitosa dijo: Quisiera hacerles un pequeño examen...

De debajo de la mesa sacó un jarro de vidrio de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro. Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras, preguntó al auditorio: ¿Está lleno este jarro?

Todos los asistentes dijeron ¡Sí! Entonces dijo: ¿Están seguros? Y sacó de debajo de la mesa un balde con piedras pequeñas de construcción. Echó un poco de las piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes.

Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más: ¿Está lleno este jarro?

Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta: “Probablemente no”. Muy bien contestó el expositor. Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.

Una vez más pregunto al grupo: ¿Está lleno este jarro?

Esta vez varias personas respondieron a coro: ¡No!

Una vez más el expositor dijo: ¡Muy bien! luego sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro con piedras, hasta que estuvo lleno hasta el borde mismo. Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó: ¿Cuál creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?

Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: La enseñanza es que no importa como de lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas.

¡No! replicó el expositor, esa no es la enseñanza.

La verdad es que esta demostración nos enseña lo siguiente:

Si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún otro momento. ¿CUÁLES SON LAS PIEDRAS GRANDES EN TU VIDA? ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada? ¿O son tu trabajo, tus reuniones, tus viajes de negocios, el poder y el dinero?

LA ELECCIÓN ES TUYA, RECUERDA PONER LAS PIEDRAS GRANDES PRIMERO O LUEGO, NO ENCONTRARÁS UN LUGAR PARA ELLAS...

domingo, 30 de septiembre de 2012

Podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…


Confío en mi capacidad para luchar y salir victorioso de todos esos retos que la vida me plantea, es algo apasionante y retador, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Hay días que me cuesta más que otros, -eso de confiar en mí no es tan fácil-, pero no me rindo, siempre estoy alerta y lo recuerdo diariamente, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Cuando despierto cada mañana, se produce una reacción extraordinaria en mí, pienso en todo lo bello y maravilloso que la vida me ofrece y que he de disfrutar, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Ya no pienso en las cosas que no me gustan o me desagradan, sólo me centro en aquello positivo que provoca una gran sensación de felicidad en mí, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así.

Todos los días, me acuerdo de aquellas personas que quiero y que me quieren, de todas aquellas que admiro por ser especiales y diferentes, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así.

Me esfuerzo cada día en apartar los pensamientos negativos, para conseguirlo, me propongo centrarme en los pensamientos positivos que me capacitan y me ayudan a mejorar, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Estoy totalmente convencido que nada puede afectarme si yo no lo permito, nada ni nadie puede obligarme a pensar en “hechos” negativos, mis pensamientos los controlo yo, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Mi vida depende de mí, yo soy el único responsable, cuando las cosas no van como quiero, la “culpa” siempre la asumo yo, pensar así, me permite ser el que tome las decisiones y ser el protagonista de mi vida, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Cada noche, cuando me acuesto, recuerdo todo lo positivo del día, de mi vida, de lo afortunado que soy por vivir, no pienso en nada negativo ó que me provoque pensamientos negativos, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Todo lo que me sucede, en cualquier ámbito de mi vida, son únicamente hechos, yo decido con mis pensamientos si esos hechos son positivos o negativos… ¡siempre depende de mí¡ y podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

¡Tus pensamientos te pueden capacitar ó limitar¡ no permitas que tus pensamientos negativos conviertan tu vida en algo negativo, cambia esos pensamientos ahora mismo, y permite que tus pensamientos positivos conviertan tu vida en algo positivo…

¡Decide como pensar…, y decidirás que tipo de vida tendrás…¡

viernes, 31 de agosto de 2012

¡Vales más de lo que crees, eres únic@ e irrepetible…¡


Para explicar y entender el título, nada mejor que una fábula. Espero que te ayude a reflexionar y aclarar –en caso que las tengas- alguna de tus dudas…

“-Vengo maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no hago nada bien, que soy torpe, nadie me quiere.

-¿Cómo puedo mejorar?, ¿qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después…

Y haciendo una pausa agregó:

-Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y tal vez después te pueda ayudar.

-E… encantado maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien -asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba puesto en el dedo pequeño de la mano izquierda y se lo dio al muchacho, agregó:

-Toma el caballo que está ahí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara, hasta que un viejito se tomó la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Después de ofrecer el anillo a todo el que se cruzaba en su camino, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

Entró a la habitación, donde estaba el maestro, y le dijo:

-Maestro, lo siento pero no es posible conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie respecto al verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro. Debemos primero saber el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. No importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

Llegó a la joyería, el joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó, y luego dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-¿58 monedas?! – exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero -Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo. -Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.”

martes, 31 de julio de 2012

Cree en ti, tus capacidades son ilimitadas…


Hay una frase que me gustaría que no se te olvidara jamás, que la tuvieras “casi casi grabada a fuego”; además, te pediría que la asumieras como tuya, en tu mente, sin posibilidad de perderla de vista, esta frase es la siguiente: “CREE EN TI, TUS CAPACIDADES SON ILIMITADAS”

Esta frase se convierte por sí misma, en un credo, en un estilo de vida, en la filosofía de los pocos -por ahora, pero cada vez se suman más como tú-, que vemos en las dificultades: oportunidades, en las crisis: oportunidades y en los problemas: oportunidades…, en los que creemos en nuestras capacidades y hemos decidido ser los verdaderos protagonistas de nuestra vida, interiorizándolo en nuestro sistema de creencias.

Este sistema de creencias nos potencia de tal modo, que nos permite interpretar los hechos cotidianos desde una perspectiva, que para otros es prácticamente inimaginable.

Es cierto, nuestro sistema de creencias, gobierna nuestra vida, dándole un sentido u otro dependiendo directamente de nuestra comunicación interna, de nuestro “dialogo interno”.

Nuestro diálogo interno es el punto de partida y el requisito imprescindible para: encontrar, mantener y fomentar los estados positivos.

Y como consecuencia, los estados emocionales positivos, como la seguridad personal, la autoestima, la fe…, provocan en nosotros, la capacitación necesaria para que actuemos en consecuencia pasando a la acción.

Lo veras más claramente, contestando algunas preguntas…

¿Cómo se te da eso de superar dificultades, de levantarte rápidamente cuando sufres algún revés en tu vida ó de no tirar la toalla a la primera de cambio?

Posiblemente no muy bien, ¿verdad?, y ¿a qué se debe?

Cuando algo parece que es inalcanzable o insuperable, es muy importante recordar lo que te has dicho, como comienza la frase: “parece”, sólo parece, por tanto no es realmente inalcanzable o insuperable…, somos nosotros quien lo definimos así, a través de nuestro dialogo interno, pero ¿podemos cambiar esa definición?

Pues claro que sí…, nosotros decidimos “cuando interpretamos los hechos” lo que es fácil o difícil, lo que es alcanzable o inalcanzable, lo que es posible o imposible…, nosotros y solamente nosotros, somos los que hacemos que algo pueda ser logrado o no.

Esta “capacidad” de CREER EN TI y no rendirte ante nada, es algo innato en todos nosotros, recuerda: “todos tenemos las mismas capacidades”, la diferencia entre los que se rinden a las primeras de cambio frente a los que no se rinden ante nada, está en no haberla desarrollado o en desarrollarla extraordinariamente, y esto, sólo se consigue interpretando lo que sucede de manera que te permita alcanzar todo tu potencial y todas tus capacidades.

Y te preguntarás…, cómo se consigue eso ¿?, pues es sencillo, depende de tu interpretación de los hechos que suceden, esa interpretación conforma tu “realidad” y finalmente da lugar a tu “sistema de creencias”.

Como ves, tu realidad está directamente relacionada con tus creencias, con creer en ti y en tus capacidades, si realmente crees en ti, conseguirás cambiar la realidad que conoces hasta ahora, a una nueva e increíble realidad personal…

sábado, 30 de junio de 2012

La casa imperfecta



Un maestro de construcción ya entrado en años estaba listo para retirarse a disfrutar su pensión de jubilación. Le contó a su jefe acerca de sus planes de dejar el trabajo para llevar una vida más placentera con su esposa y su familia. Iba a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse; ya se las arreglarían de alguna manera.

El jefe se dio cuenta de que era inevitable que su buen empleado dejara la compañía y le pidió, como favor personal, que hiciera el último esfuerzo: construir una casa más. El hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo que hacía. Utilizaba materiales de inferior calidad, y su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era deficiente. Era una infortunada manera de poner punto final a su carrera.

Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue a inspeccionar la casa y le extendió las llaves de la puerta principal.

“Esta es tu casa, querido amigo —dijo—. Es un regalo para ti”.

Si el albañil hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, seguramente la hubiera hecho totalmente diferente.

¡Ahora tendría que vivir en la casa imperfecta que había construido!

Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, y sin poner en esa actuación lo mejor de nosotros. Muchas veces, ni siquiera hacemos nuestro mejor esfuerzo en el trabajo. Entonces de repente vemos la situación que hemos creado y descubrimos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

La conclusión es que debemos pensar como si estuviésemos construyendo nuestra casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construir con sabiduría es la única regla que podemos reforzar en nuestra existencia. Inclusive si la vivimos sólo por un día, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La vida es como un proyecto de “hágalo-usted-mismo”. Su vida, ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. ¡Su vida de mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones de hoy!

* fuente "La culpa es de la vaca"

miércoles, 30 de mayo de 2012

Hoy es un buen día para cambiar


Hoy es un buen día para cambiar, cambiar aquello que sé que me va mal, y que hasta ahora no he tenido el valor de afrontar.

Hoy es un buen día para cambiar, ser alguien mejor, alguien que los demás valoren por lo que realmente soy, por lo que puedo aportar, quiero ser mejor y diferente, no quiero ser alguien vulgar.

Hoy es un buen día para cambiar, dedicarme a ser feliz con lo que hago, con lo que quiero y no a buscar desesperadamente cosas para intentar ser feliz y disfrutar.

Hoy es un buen día para cambiar, escuchar mucho, escuchar a quienes me quieren hablar…, hablar poco y hacer mucho más.

Hoy es un buen día para cambiar, no volveré a pensar en que los cambios sólo deben realizarlos los demás, si decido cambiar yo, dependeré de mi para mejorar.

Hoy es un buen día para cambiar, valorar lo que tengo, sea mucho, sea poco, lo que tengo es lo más importante ahora, lo que me gustaría tener, ya vendrá.

Hoy es un buen día para cambiar, soltar todo el peso que me provoca el rencor, los miedos, los odios que me paralizan y no me dejan avanzar.

Hoy es un buen día para cambiar, perdonar a aquellos que me hicieron daño, que no me entendieron, aquellos que no merecen nada malo, ¿quién soy yo para valorar?

Hoy es un buen día para cambiar, sumar todo aquello que merece la pena y restar aquello que no necesito, que no aporta nada, que nada me da.

Hoy es un buen día para cambiar, a partir de hoy, me esforzaré en pensar por mí mismo y no por lo que otros quieren hacerme pensar.

Hoy es un buen día para cambiar, no lo dejaré para mañana, lo bueno sólo llegará si decido hacerlo ya, si lo dejo para mañana probablemente nunca lo convertiré en realidad.

lunes, 30 de abril de 2012

El elefante y la estaca


Cuando yo era chico me encantaban los circos. Lo que más me gustaba eran los animales, y mi preferido era el elefante.

Durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, su tamaño y su descomunal fuerza. Pero, después de la actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, con una pata encadenada a una pequeña estaca clavada en el suelo.

La estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado superficialmente. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo, podría arrancar la estaca y huir.

El misterio era evidente: ¿por qué el elefante no huía, si podría arrancar la estaca con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un fósforo?¿Qué fuerza misteriosa lo mantenía atado?

Tenía 7 u 8 años, y todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a mis padres, maestros y tíos, buscando respuesta a ese misterio. No obtuve una coherente. Alguien me explicó que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: “Y si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?” No recuerdo haber recibido ninguna explicación satisfactoria.

Con el tiempo olvidé el misterio del elefante y de la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con personas que me daban respuestas incoherentes, por salir del paso, y,un par de veces, con personas que se habían hecho la misma pregunta.

Hasta que hace unos días me encontré con una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: el elefante no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al elefantito, con solo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento empujó, jaló y sacudió tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo hacerlo: la estaca era muy fuerte para él.

Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso, y que al día siguiente volvió aprobar, y también al otro y al de más allá...Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Dejó de luchar para liberarse.

“Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede hacerlo. Tiene grabado en la mente el recuerdo de sus inútiles esfuerzos de entonces, y ha dejado de luchar. Nunca más trató de poner a prueba su fuerza.

Cada uno de nosotros es un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Creemos que no podemos con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestra mente esas palabras: no puedo, nunca podré. La única manera de saber cuáles son nuestras limitaciones ahora es intentar de nuevo, poniendo en ello todo el corazón.”

*fuente: "La culpa es de la vaca"

sábado, 31 de marzo de 2012

Lo que no te ayude a mejorar, no lo necesitas


Hay muchas “cosas” que aparecen por nuestra vida que no nos ayudan, aunque otros se esfuercen en trasladarnos lo contrario ó nos digan que es bueno para nosotros… y si algo no es bueno para ti ó no te ayuda a mejorar, ¿crees qué lo necesitas?

En esta era de la información que nos ha tocado vivir, donde te bombardean desde todos sitios con noticias e información sobre ”todo va mal”, -muchas veces manipuladas e influenciadas por determinados intereses-, debemos encontrar una fórmula para que no nos influya negativamente, es más, debemos hacer todo lo contrario, debemos encontrar aquello que pueda contribuir a nuestra capacitación y motivación con el fin de ayudarnos a superar los obstáculos que nos encontramos en nuestro camino.

Para ello, es de vital importancia distinguir y no “tragarnos” todo lo que nos llegue a nosotros, pues este “mal hábito”, sólo contribuye a limitar nuestras capacidades, al actuar negativamente sobre nuestro sistema de creencias, haciéndonos creer que todo va mal.

Debemos saber que es bueno para nosotros y que no lo es…, y únicamente lo descubriremos cuando nos demos cuenta del efecto que provoca en nuestro estado emocional; por ejemplo, si escuchas determinadas emisoras de radio por las mañanas con la habitual programación de noticias, debates, tertulias y sientes que te afecta negativamente, ¿qué crees que debes hacer?, seguir “tragándote” inconscientemente todo lo que otros quieren que te tragues para convencerte, ó decidir conscientemente y preguntarte: ¿es bueno para mí, si ó no…?

Si no es bueno para ti, no lo escuches, no lo cojas, no te lo tragues…, tú eres el protagonista de tu vida, ¡decide¡ y no dejes que otros decidan lo que debes pensar.

No tienes por qué escuchar la radio ó ver la TV, no te preocupes… ¡qué muchos a tu alrededor lo hagan, no significa qué lo debas hacer tú¡

Los resultados en nuestra vida, dependen de nuestra capacidad para motivarnos y pasar a la acción, ¿crees que estando influenciado por el efecto negativo de los que pretenden manipularte, serás capaz de sacar todo tu potencial?, yo creo que no… Ni a ti, ni a mí, nos resultaría posible capacitarnos cuando estamos en estado de incertidumbre, angustia ó incluso miedo, ¡necesitamos todo lo contrario¡

Estoy seguro que no necesitamos aquello que no nos beneficia, ¡sea lo que sea¡ ¿verdad?

Decide lo que es mejor para ti y hazlo, si las noticas o los debates en la radio no son buenos para ti, escucha música que te guste y que por tanto, te ayudará a sentirte mejor.

Si las tertulias o programas de opinión de la TV, no son buenos para ti, haz otra cosa ó decide ver películas y documentales que te gusten y te sentirás mejor, ¡te lo aseguro¡ y así con el resto de medios de información: periódicos, prensa digital, internet…

Aplícalo en tu vida, “no permitas que influyan negativamente sobre ti”, decide cambiar y pasa a la acción…, ante situaciones negativas, recuerda: “lo que no te ayude a mejorar, no lo necesitas”.

lunes, 6 de febrero de 2012

Háblate con cariño



Ya sabemos que una parte muy importante de la comunicación consiste en escuchar, en prestar atención a lo que nos dicen…, sí además la persona a la que escuchamos nos habla de manera positiva, motivadora y con cariño conseguirá sin ninguna duda llegar a nosotros y hasta convencernos casi sin esfuerzo, porque conseguirá conectar con nosotros a otro nivel…, a nivel de nuestras emociones positivas.

Ese tipo de persona que se comunica tan bien con nosotros, son aquellos que dominan las claves de las relaciones personales ó simplemente aquellas personas que nos quieren ó aprecian y ese amor ó aprecio lo manifiestan hablándonos de una manera muy sensible y cariñosa, preocupándose por nosotros.

Y, ¿qué pasará si quien se comunica con nosotros lo hace de manera negativa y no te valora ni te respeta…? creo que la respuesta es evidente, no conseguirá conectar positivamente con nosotros, es más, probablemente tenga un efecto devastador en nuestra autoestima y seguridad personal, fomentando que nuestro sistema de creencias y la fe en nuestras posibilidades se vean dolorosamente afectadas…

Así es amig@s..., como seguro ya han comprobado en más de una ocasión, esto es lo que sucede con la comunicación externa, cuando hablamos y nos hablan otras personas…, entonces, ¿qué crees que pasará con nuestra comunicación interna?

Pues exactamente igual, cuando nos hablamos de manera positiva nos capacitamos y logramos alcanzar todo nuestro potencial, pero cuando lo hacemos de manera negativa nos paralizamos y nos quedamos sin recursos… ¡qué no se te olvide¡

Valórate, quiérete y trátate con mucho respeto y sensibilidad…, y para ello el comienzo, el principio para lograrlo pasa por “hablarte con cariño”, cuando inicies tu diálogo interno, recuerda que lo importante no es lo que haces, sino lo que crees, ese proceso que inicia tu diálogo interno es tu interpretación sobre lo que haces…

Cuando estás convencid@ de que lo que haces, lo que tienes, no es malo ni negativo (aunque pueda ser mejorable), conseguirás disfrutar de tu vida, y para ello no depende de lo que hagas o tengas, sino de cómo lo interpretas y lo defines a través de tu diálogo interno; así lograrás convencerte.

No es complicado, pruébalo, nuestra realidad no se crea hasta que interpretamos lo que nos pasa…, y esa capacidad de interpretación depende de nuestra comunicación interna, de nuestro diálogo interno.

Practica el siguiente ejercicio: cuando te sientas mal y pienses en negativo..., háblate con cariño, como le hablarías a aquellos que quieres o que has querido, verás como tu perspectiva cambia cuando cambias la forma de comunicarte contigo. Y da un paso más, todos los días cuando te levantes háblate con cariño verás que funciona “no hay nada más poderoso”.

Nuestro diálogo interno es tan importante que nuestra felicidad depende de él, así que cuídalo…