Ya sabemos que una parte muy importante de la comunicación
consiste en escuchar, en prestar atención a lo que nos dicen…, sí además la
persona a la que escuchamos nos habla de manera positiva, motivadora y con
cariño conseguirá sin ninguna duda llegar a nosotros y hasta convencernos casi
sin esfuerzo, porque conseguirá conectar con nosotros a otro nivel…, a nivel de
nuestras emociones positivas.
Ese tipo de persona que se comunica tan bien con nosotros,
son aquellos que dominan las claves de las relaciones personales ó simplemente
aquellas personas que nos quieren ó aprecian y ese amor ó aprecio lo
manifiestan hablándonos de una manera muy sensible y cariñosa, preocupándose
por nosotros.
Y, ¿qué pasará si quien se comunica con nosotros lo hace de manera
negativa y no te valora ni te respeta…? creo que la respuesta es evidente, no
conseguirá conectar positivamente con nosotros, es más, probablemente tenga un
efecto devastador en nuestra autoestima y seguridad personal, fomentando que
nuestro sistema de creencias y la fe en nuestras posibilidades se vean
dolorosamente afectadas…
Así es amig@s..., como seguro ya han comprobado en más de
una ocasión, esto es lo que sucede con la comunicación externa, cuando hablamos
y nos hablan otras personas…, entonces, ¿qué crees que pasará con nuestra
comunicación interna?
Pues exactamente igual, cuando nos hablamos de manera
positiva nos capacitamos y logramos alcanzar todo nuestro potencial, pero
cuando lo hacemos de manera negativa nos paralizamos y nos quedamos sin
recursos… ¡qué no se te olvide¡
Valórate, quiérete y trátate con mucho respeto y
sensibilidad…, y para ello el comienzo, el principio para lograrlo pasa por “hablarte
con cariño”, cuando inicies tu diálogo interno, recuerda que lo importante no
es lo que haces, sino lo que crees, ese proceso que inicia tu diálogo interno
es tu interpretación sobre lo que haces…
Cuando estás convencid@ de que lo que haces, lo que tienes, no
es malo ni negativo (aunque pueda ser mejorable), conseguirás disfrutar de tu
vida, y para ello no depende de lo que hagas o tengas, sino de cómo lo interpretas
y lo defines a través de tu diálogo interno; así lograrás convencerte.
No es complicado, pruébalo, nuestra realidad no se crea
hasta que interpretamos lo que nos pasa…, y esa capacidad de interpretación
depende de nuestra comunicación interna, de nuestro diálogo interno.
Practica el siguiente ejercicio: cuando te sientas mal y
pienses en negativo..., háblate con cariño, como le hablarías a aquellos que
quieres o que has querido, verás como tu perspectiva cambia cuando cambias la
forma de comunicarte contigo. Y da un paso más, todos los días cuando te
levantes háblate con cariño verás que funciona “no hay nada más poderoso”.
Nuestro diálogo interno es tan importante que nuestra
felicidad depende de él, así que cuídalo…
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