jueves, 10 de diciembre de 2009

Dime si eres feliz

A modo de cierre de un año verdaderamente difícil, -debido en gran parte a la crisis económica que nos ha castigado de una u otra manera a casi todos…-, me gustaría ó mejor dicho, me siento en la obligación de hacerte una pregunta: ¿eres feliz?

Qué pregunta esta, verdad, tan sencilla y tan difícil de responder a la vez. Una sencilla pregunta y que últimamente nos estamos acostumbrando a responder sin pensar, dando por hecho muchas cosas que entendemos como verdades absolutas.

Te pido que antes de responder, reflexiones sobre su significado, y tengas en cuenta los aspectos que tienen que ver con la felicidad, pero con tu felicidad, no con la definición de la mayoría de personas, sino con tu definición…, con tu creencia más profunda, quizás te sorprenda tu contestación…

Si me hicieran a mi esa pregunta, me tomaría un tiempo para reflexionar, para pensar en los aspectos positivos de mi vida, en mi buena salud, en mi familia, en las sensaciones que tengo cuando veo amanecer por las mañanas, cuando la brisa del mar me llega a la cara y puedo respirar su olor, cuando me siento vivo y respiro profundamente, cuando hablo con mis amigos y nos reímos, cuando mis clientes me dicen que les ayudo a mejorar sus vidas a través de mis sesiones, cuando veo la risa de los niños jugando y disfrutando de la vida desde su perspectiva inocente y poco adulterada, cuando disfruto de los paisajes de nuestra maravillosa naturaleza, cuando saludo a la gente al cruzármelas en la calle y ellos me devuelven el saludo, cuando mis hijas me cuentan sus cosas y piden mi opinión, cuando mi pareja me trata de manera especial, cuando me levanto ilusionado todas las mañanas pensando en los objetivos que me quedan por cumplir, cuando veo la grandeza de la vida si evitamos la mirada puramente materialista, cuando pienso de que manera puedo ayudar a los que tienen menos y necesitan más, cuando hago diariamente deporte y noto la sensación placentera de la tonificación muscular, cuando almuerzo mis ensaladas con algo más, cuando veo la lluvia a través de la ventana, cuando paseo con mi coche por la ciudad, cuando medito sobre mis objetivos para el próximo año, cuando hago balance de este año y reviso mis objetivos alcanzados, cuando al final del día me acuesto y leo un buen libro que me traslada a otros tiempo y otras culturas, cuando sueño despierto pensando cómo serán mis hijas dentro de algunos años, cuando escribo mis artículos, cuando escucho mi música favorita, cuando reflexiono sobre la vida y las circunstancias que la rodean, cuando busco explicación al comportamiento de algunas personas y la encuentro y justifico en su estado emocional, cuando pienso en lo privilegiado que soy por estar vivo…

Definitivamente, creo que si me preguntaran si soy feliz, mi respuesta sería: sí, soy muy feliz.

Y tú, ¿qué responderías?

jueves, 5 de noviembre de 2009

Recuerda afilar el hacha ó el poder de la consciencia

Quizás haya sido una coincidencia, el caso es que en varias de mis últimas sesiones individuales, he recordado la historia del leñador, y la metáfora que esconde…

Les cuento de manera muy breve la historia:

“Hace muchos años, vivía un leñador en un gran bosque junto a su mujer y sus hijos. La vida les fue bien mientras había árboles cercanos y los talaba, vendiendo posteriormente la madera y ganando el dinero necesario para poder comprar alimentos y lo más básico para su familia. Podíamos decir que su vida era feliz…

Pero un día, un gran incendio calcinó todos los árboles a kilómetros a la redonda y nuestro leñador no pudo seguir cortando árboles cerca de su casa, por lo que decidió marcharse a trabajar a una empresa maderera que había en otro bosque cercano.

Al llegar, le preguntó al capataz si podía trabajar, garantizándole que cortaría árboles tan rápido como el más rápido de sus leñadores, pues lo había hecho toda la vida, al igual que su padre, su abuelo, su tatarabuelo… El capataz ante tales afirmaciones decidió darle trabajo y que se pusiera manos a la obra ya mismo. Le dijo que empezara por una zona y que como mínimo debía cortar diez árboles cada día. Dicho y hecho, el leñador agarro su hacha y empezó a cortar árboles, al final del día había cortado veinte árboles. El capataz no cabía en sí de gozo, aquello era increíble nadie cortaba tantos árboles como nuestro leñador…

El segundo día, el leñador cortó quince árboles en lugar de veinte, pese a dedicar el mismo esfuerzo y energía que el día anterior.

El tercer día, sólo cortó diez árboles, dedicándole incluso mucho más esfuerzo y energía que el primer y segundo día.

Al cuarto día, nuestro leñador sólo pudo cortar cinco árboles en toda la jornada… Se acercó a su capataz y con lagrimas en los ojos, le dijo que había hecho lo mismo de siempre incluso cada día se esforzaba el doble, pero cada vez tardaba más en cortar cada árbol, era como si no tuviera fuerzas…, el capataz lo miró fijamente, después miro su hacha y a continuación, le dijo: ¡buen hombre, cuánto hace que no afilas el hacha¡.”

Mantenernos en estado consciente en nuestra vida, y por tanto en todos los ámbitos de la misma, nos permite ver soluciones donde antes no se veían, nos permite tener una perspectiva diferente ante las dificultades y sobre todo nos permite alejarnos de la rutina que nos paraliza y nos deja impotentes y faltos de recursos.

No pienses que haciendo siempre lo mismo te va a ir bien en la vida. Cuando te encuentres con alguna dificultad, reflexiona, no te repitas y verás que desde el poder de tu estado de consciencia y los estados positivos, encontrarás las respuestas. Recuerda la importancia de estar en estado consciente y no te conformes con hacer sólo lo que siempre has hecho; que no te pase lo mismo que al leñador…, se diferente, revélate, pasa a la acción y cambia…

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cuando la vida nos pone a prueba

Hace ya algunos años, ocurrieron en mi vida diversas situaciones “negativas”, que si bien no eran individualmente extraordinarias en cuanto a su efecto negativo, si lo era el hecho de que sucedieran todas a la vez, en la misma época o momento. Eran tantas las dificultades, que me hicieron pensar que todo iba mal y parecía que no estaba en mi mano solucionarlo, es decir, la situación llegó a un punto en que me desbordó totalmente.

Como les decía, coincidieron así en mi vida problemas físicas con dolores que me obligaban a estar en reposo y en cama durante semanas enteras, problemas profesionales pues mis responsabilidades eran cuestionadas y finalmente modificadas, problemas económicos ya que mis ingresos se vieron seriamente afectados, y además problemas de autoestima con una gran pérdida de confianza en mis posibilidades, llegando a cuestionarme mi escala de valores e incluso el sentido de mi vida.

Esta situación tan dramática y aparentemente lejana, se da con más frecuencia de lo deseable a lo largo de nuestras vidas y es más común de lo que a primera vista parece. ¿Quién no ha tenido momentos de máxima dificultad en su vida debido a que los problemas parecen que en lugar de solucionarse, crecen…?

En muchas ocasiones “la vida nos pone a prueba”, apareciendo los problemas por todos lados y encontrándolos por todos sitios -en cualquier ámbito de nuestra vida-, incluso en aquellos aspectos donde aparentemente nuestra vida la teníamos totalmente controlada.

En un momento así, ¿qué podemos hacer para salir airosos de tanta situación negativa? ¿Cómo podemos enfrentarnos a tantas dificultades con expectativas de éxito? ¿Cuáles son las armas con las que contamos para tan dura batalla?…

Las respuestas a tantas preguntas se encuentran muy cerca, no hace falta mirar hacia fuera, las circunstancias externas no nos darán las respuestas, la solución la tenemos en nosotros mismos, la respuesta está en nuestro “poder personal”.

Pero ocurre, que nuestras capacidades y potencialidades, son verdaderas desconocidas para la gran mayoría de nosotros. Así es, vivimos de espaldas a las cualidades naturales con la que nacemos y por ese motivo somos incapaces de desarrollarlas.

Las personas verdaderamente extraordinarias son aquellas que han sabido desarrollar las cualidades ordinarias de forma extraordinaria. Como ven, hay una igualdad que no debemos olvidar: “persona extraordinaria = cualidades extraordinarias”.

Algunas de esas cualidades -que nos ayudarán a superar las dificultades- son: la capacidad de soñar y de imaginar, la capacidad de recuperarse de los fracasos, la capacidad de pasar a la acción, la capacidad de mantener siempre vivo el entusiasmo y una actitud mental positiva…

Si utilizamos “conscientemente” nuestras cualidades, nuestras capacidades, con todos los problemas y reveses que nos surgen en nuestra vida, estaremos en ventaja y superaremos todos los obstáculos, si además, controlamos nuestro estado emocional y lo mantenemos en positivo, les confirmo que conseguirán todo lo que se propongan…

domingo, 9 de agosto de 2009

Peligro: Zona de comodidad

En estos días de vacaciones y de tiempo libre para casi todos, creo que puede ser un buen momento para revisar nuestro estándar de vida. Para preguntarnos si vamos por el camino correcto o si por el contrario debemos dar un giro a nuestro modelo vital. Para ello me gustaría hablarles sobre la “zona de comodidad”, concepto que seguramente ya habrán escuchado ó leído en alguna ocasión los que siguen el coaching y el desarrollo personal.

Por regla general, ésta se establece en nuestra vida cuando disfrutamos de cierta estabilidad económica y sin riesgos; de un trabajo estable, aparentemente sin problemas y rutinario; un entorno social o familiar estable donde convivimos con normalidad y rutina; y disponemos además, de tiempo libre que habitualmente dedicamos a darnos algún capricho y sobre todo a descansar ó a ver la televisión en casa de manera igualmente rutinaria. Si se dan varias de estas características, es que estamos en lo que se denomina “ZONA DE COMODIDAD”.

Esta situación acomodada, nos hace pensar que nuestra realidad personal es buena, pero la verdad es que no es así. Este pensamiento erróneo, se instala en nuestro sistema de creencias como un lastre que nos impide marcarnos objetivos, que nos impide tener aspiraciones en cualquier ámbito de nuestra vida, y como ya he dicho en otras ocasiones, “una vida sin objetivos ni aspiraciones es una vida vacía”.

Es cierto, esta zona de comodidad, es uno de los principales obstáculos para la mejora y el desarrollo personal, ya que ese exceso de seguridad y rutina, nos paraliza e impide avanzar y no sólo eso, sino que además nos consume día a día.

Pero lo peor de esta zona de comodidad, es cuando la tenemos implantada “cómo hábito” en nuestra vida, y la perdemos…

Cuando esta situación se produce, ya sea perdiendo nuestro puesto de trabajo (algo muy habitual en estos tiempos de crisis económica), ó nuestra estabilidad familiar ó afectiva ó económica..., nuestro “erróneo” sistema de creencias y de valores se viene literalmente abajo, nos invaden los miedos a lo desconocido, a realizar otras actividades y tareas, creando en muchas ocasiones un conflicto vital de enormes proporciones.

Si reflexionamos sobre esto, coincidiremos que este hecho es verdaderamente preocupante y nos debe animar e impulsar para pasar de inmediato a la acción. Modificando desde hoy mismo, nuestro concepto de vida, nuestros hábitos y nuestro sistema de creencias. Debemos ser conscientes de que nuestro “modelo” no puede ser vivir de una manera conformista, gris e incluso mediocre, sino que en su lugar debemos aprovechar –a través de los objetivos-una vida repleta de oportunidades y posibilidades que cada día se abre ante nosotros, y que sí créanme, que está ahí fuera esperando por nosotros…

jueves, 25 de junio de 2009

¿Lo que pensamos es realmente lo que creemos?

Te has preguntado alguna vez si “¿lo que pensamos es realmente lo que creemos?”, es decir, cuando damos nuestra opinión sobre cualquier asunto, sea trascendente o intrascendente, realmente esas opiniones o pensamientos se ajustan a nuestra forma de ser y de creer, o simplemente es lo que queremos aparentar ser…

No me refiero, a los casos en que demos una opinión “políticamente correcta” ó simplemente que decidamos no decir la verdad, por ejemplo: alguien nos cae mal y decimos que nos cae bien, ó no nos gusta realizar ciertas actividades y las hacemos para no herir a quien nos ha pedido que las realicemos; en estos casos, sabemos perfectamente que lo que decimos es mentira, ya que simplemente, no es lo que pensamos.

Me refiero a aquellos casos en que “conscientemente” decimos lo que pensamos, ¿en estos casos podemos asegurar que lo que pensamos es realmente lo que creemos...?

Supongamos, por ejemplo, que alguien nos pide nuestra opinión sobre la alimentación sana y equilibrada y sus efectos beneficiosos para nuestra salud, la gran mayoría pensaremos y diremos que estamos totalmente de acuerdo con ello, todos entendemos la importancia de una dieta sana para nuestra salud y para nuestra calidad de vida. Igualmente si nos preguntan sobre la importancia y beneficios de la actividad física en nuestra calidad de vida y en nuestra salud, seguramente todos pensaremos y diremos que también coincidimos con la importancia de la actividad física para nuestra salud.

Entonces, ¿por qué la gran mayoría de nosotros no lleva una dieta sana y equilibrada, ni tampoco realiza ejercicio físico de forma habitual?, si pensamos que algo es bueno para nosotros, ¿por qué no lo hacemos?, ¿será que no creemos que realmente sea tan bueno…? parece entonces, que hay diferencia entre lo que creemos y lo que pensamos.

Pues sí, es cierto, existen diferencias muy importantes entre lo que ”pensamos” y lo que “creemos”, esto se debe básicamente al modo en que utilizamos nuestros recursos, es decir, si mentalmente estamos en modo consciente o en modo subconsciente.

Cuando estamos en modo consciente, y analizamos la situación, nuestros pensamientos tienen en cuenta multitud de factores, haciéndonos preguntas como: ¿es lo que esperan que piense?, ¿me traerá problemas este pensamiento?, ¿mejor es pensar lo que piensan todos?, ¿mejor esto no sea que…?, etc.; así finalmente tomamos una decisión o pensamiento en firme. Este proceso se produce de forma automática en nuestro estado racional y en pocos segundos, por lo que prácticamente no nos damos cuenta de ello, “pero sucede”, así formamos “lo que pensamos”.

Sin embargo, cuando es nuestro subconsciente el que lleva la iniciativa de nuestra actividad mental, por ejemplo, cuando no nos dan tiempo para racionalizar la pregunta, y tenemos que responder rápidamente, entonces pensaremos y diremos “lo que realmente creemos”.

¿Sabemos realmente, cuándo decimos lo que creemos y cuándo no?, ¿sabemos realmente cómo somos?, reflexiona sobre ello, sin duda te ayudará mucho en tu desarrollo personal...

lunes, 18 de mayo de 2009

La importancia de nuestro estado en la consecución de nuestros objetivos

Como cierre a esta “trilogía”, sobre los objetivos y su valor para conseguir una vida repleta de oportunidades y desarrollo personal, quisiera finalizar hablando sobre la importancia de los estados neurofisiológicos en nuestra vida y por tanto en la consecución de nuestros objetivos.

Nuestro estado neurofisiológico, tradicionalmente llamado estado emocional (emociones) ó estado de ánimo, es el centro neurálgico desde donde gira a su alrededor, todo lo que nos ocurre en nuestra vida: éxitos – fracasos, alegrías – tristezas, seguridades – inseguridades, confianza – desconfianza…

Todo en nuestra vida depende de nuestro estado, es decir, si nos comportamos de una forma determinada, digamos por ejemplo de modo inseguro, en cualquier ámbito de nuestra vida, este comportamiento estará directamente relacionado con nuestro estado, por tanto, se deberá a que estamos bajo un estado de inseguridad ó cualquier otro estado negativo relacionado con éste: desconfianza, perdida de autoestima, celos…

Lo mismo ocurre con los estados positivos, sin nos comportamos de forma segura y siendo dueños de nuestras acciones y decisiones, se debe a que estamos bajo un estado de seguridad interior u otros similares como: confianza, fe, autoestima...

Por tanto, debemos esforzarnos por controlar nuestro estado, es decir, conseguir estar y mantenernos en estado positivo y evitar estar en estado negativo. Los estados positivos nos potencian y liberan fuentes inagotables de poder personal y recursos; mientras que los estados negativos nos paralizan y nos dejan totalmente impotentes y faltos de recursos.

Los estados negativos son altamente destructivos, pensemos por ejemplo en los celos, y lo que somos capaces de hacer bajo ese estado, tanto daño y tanto dolor, sólo basta ojear las noticias para descubrir tanta violencia, tantas muertes provocadas por un estado determinado: “los celos”.

Por error, solemos definir a las personas según sus estados, decimos que este ó el otro es por ejemplo celoso, cuando en realidad no “son” celosos, lo que ocurre es que “están bajo un estado de celos”, estado que se manifiesta -en la mayor parte de los casos- debido a sus experiencias anteriores (lo que han vivido en su entorno familiar o en sus ámbitos sociales), sus referentes (sistemas de creencias) y su fisiología en ese momento determinado.

Con nuestros objetivos ocurre igual que con cualquier otro ámbito de nuestra vida, si mantenemos una actitud mental positiva y sobre todo nos cuidamos de flirtear con estados negativos, manteniendo de forma consciente estados positivos como la confianza, la seguridad interior, la fe, el amor, la ilusión…, nuestras posibilidades de alcanzar cualquier reto que nos propongamos es inmensamente mayor que bajo estados negativos.

Te animo a que comiences hoy mismo a mantenerte bajo estados positivos y a no desfallecer ni dejarte influir por estados negativos, recuerda que una de las claves sobre el control de nuestro estado está en la actitud mental positiva y en generar hábitos positivos que te ayuden a sentirte bien contigo y con los demás, así mejorarás tu vida y alcanzarás todos tus objetivos…

domingo, 5 de abril de 2009

¡Puedes alcanzar todos tus objetivos¡

Como continuación a mi artículo anterior “Una vida sin objetivos ni aspiraciones es una vida vacía”, quisiera trasladarles uno de los grandes secretos de las personas de éxito, es decir, cuál es la fórmula, la estrategia a seguir para garantizar en gran medida la consecución de nuestros objetivos.

No es suficiente saber la importancia de los objetivos en la vida, además, debemos conocer como los ponemos en marcha, los desarrollamos y finalmente los logramos; todo ello de manera efectiva, planificada y organizada.

Es ésta, la parte menos “filosófica”, quizás muy alejada de nuestro concepto de coaching, sin metáforas, sin reflexión, sin búsqueda de respuestas…, pero son conocimientos necesarios y altamente efectivos para alcanzar definitivamente nuestros objetivos.

Digamos que es únicamente trabajo, que por sí mismo, no garantiza grandes resultados, pero que unido a otros factores resulta muy poderoso. A mí, me gusta llamarlo coaching de “inspiración-trabajo-emociones”, estos tres aspectos juntos orientados hacia nuestros objetivos, multiplican por dos su efectividad y hasta por tres sus resultados.

Esta fórmula pasa por 4 factores principales:

1º Definir claramente qué es lo que queremos conseguir, adónde queremos llegar, en resumen marcarnos un objetivo, debemos desarrollarlo con todo lujo de detalles y siempre que quede por escrito (escribir nos hacer reflexionar aún más sobre nuestras ideas y se convierte en un recordatorio constante).

2º Pasar a la acción ya que de lo contrario nos quedaríamos en el ámbito de los sueños, por tanto, debemos tomar las acciones del tipo que nos permitan alcanzar nuestros objetivos de la forma más rápida posible, pero esto no ocurre siempre de manera infalible.

3º Así, el tercer factor pasa por desarrollar la habilidad necesaria para saber adónde nos llevan nuestras acciones, si vamos por el camino correcto ó no. Es muy importante dejar por escrito los resultados que obtenemos de nuestras acciones, nos ayuden a nuestro objetivo o no, ya que será un bagaje de experiencias aplicables a diferentes y futuros objetivos.

4º Desarrollar la flexibilidad necesaria que nos permita modificar nuestras acciones hasta alcanzar definitivamente el objetivo marcado.

En resumen, esta “fórmula infalible” consiste en marcarse un objetivo, pasar a la acción, revisar los resultados obtenidos y modificar nuestras acciones hasta alcanzar el resultado deseado.

Utiliza ya esta estrategia, les garantizo que pueden alcanzar todos sus objetivos y también, les aseguro que todos los grandes triunfadores del pasado y también del presente la han utilizado y han conseguido resultados verdaderamente extraordinarios…

viernes, 27 de marzo de 2009

Una vida sin objetivos ni aspiraciones es una vida vacía

Todos nosotros de una manera u otra, tenemos referencias sobre marcar objetivos a principios de año, lo que solemos conocer como “buenos propósitos”. Creo que además de tratarse de algo muy recurrente como tema de conversación en esas fechas (mes de enero), y donde solemos “competir” con nuestros amigos y compañeros de trabajo sobre que propósitos son más interesantes y si seremos capaces o no de cumplirlos, lo cierto es que son una herramienta muy poderosa para mejorar en nuestra vida.

Marcarnos objetivos en cualquier ámbito de nuestra vida nos predispone a que tanto nuestra mente como nuestro cuerpo actúen de forma coordinada en su consecución.

Por concepto los objetivos deben ser: retadores, medibles, alcanzables y sobre todo que estén muy bien definidos.

Tenemos que creer en ellos y tenerlos en mente durante buena parte del día, ya que de lo contrario podemos distraernos y perderlos de vista, es lo que suele ocurrir con mucha frecuencia. Inicialmente estamos muy animados por alcanzarlos, luego vamos perdiendo interés y finalmente los olvidamos y así año tras año y objetivo tras objetivo.

Creer en nuestros objetivos nos cambia la vida, convierte una existencia vacía en una vida llena de oportunidades, de desarrollo personal y de mejora en todos los ámbitos de nuestra vida.

Estoy firmemente convencido que la asignatura pendiente que venimos arrastrando la mayoría de las personas es SABER VIVIR, es decir, acertar a encarar la vida con verdaderas expectativas de éxito, y este únicamente se consigue a través de OBJETIVOS.

¿Cuál es la diferencia entre una VIDA VACÍA y SABER VIVIR? Sin ninguna duda, la diferencia está en tener objetivos ó no tenerlos.

Podemos vivir de manera inconsciente dejándonos llevar por circunstancias externas a nuestros deseos e intereses y dejándonos manipular, ó ser dueños de nuestro destino, buscando y encontrando de manera consciente a través de nuestros objetivos.

Pasa a la acción, y comienza hoy mismo a marcarte pequeños objetivos y persíguelos hasta que los consigas, una vez lo conviertas en hábito, busca objetivos mayores y verás como también son alcanzables, este hábito te permitirá mejorar tu vida de tal manera que te parecerá increíble…
Presentación de mi Blog

Casi de casualidad me surge la idea de tener mi propio blog personal, aunque la realidad es que no deseaba que fuera personal sino de DESARROLLO PERSONAL, que es a lo que me dedico como COACH PERSONAL y por lo que espero, sea visitado y comentado por todos los que de una manera u otra, pueden sentirse atraídos por la mejora personal como fórmula necesaria para alcanzar el objetivo al que todos aspiramos, que no es otro que: SABER VIVIR, es decir, “acertar a encarar la vida con verdaderas expectativas de ÉXITO”.

Pese a lo dicho en el párrafo anterior, ustedes se preguntarán a quienes va dirigido este blog, a quienes les puede interesar, ayudar, entretener…, quienes son todos los que pueden sentirse atraídos por sus contenidos. Les diré, que estoy firmemente convencido que:
“EL SECRETO DEL ÉXITO, NO ES NINGUNA FÓRMULA MÁGICA CELOSAMENTE GUARDADA Y QUE SÓLO CONOCEN ALGUNOS PRIVILEGIADOS, LA REALIDAD ES QUE EL ÉXITO ESTÁ AL ALCANCE DE CUALQUIERA, SEA CUAL SEA SU CONDICION SOCIAL, CAPACITACIÓN PROFESIONAL, EDAD, SEXO Ó NIVEL INTELECTUAL, TODO SE REDUCE A UNOS CUANTOS HÁBITOS, A UNAS ACTITUDES MUY CLARAS Y DIFERENCIADAS Y QUE TODOS: TU, YO, NUESTROS AMIGOS, VECINOS Y FAMILIARES PUEDEN APRENDER CON RAPIDEZ”.

Por tanto este blog va dirigido a TODOS…

Me he propuesto acercarles a esta “nueva ciencia”, con un artículo o dos al mes, ese es mi compromiso inicial, donde intentare hacerles participes de sus claves de forma amena y fácil de asimilar, donde prevalezca sobre todo las definiciones aclaratorias, los ejemplos y las experiencias propias o de personas y personajes claves en mi vida y en mi actual concepto vital.

Como primer adelanto y reflexión sobre MEJORA PERSONAL, les quiero trasladar la definición que desde mi punto de vista es la más acertada (de todas las que conozco), para definir el ÉXITO:
“EL ÉXITO ESTA EN EL ESFUERZO DIARIO DE QUIEN ASPIRA A MÁS, DEL QUE INTENTA MEJORAR EN TODOS LOS ASPECTOS DE SU VIDA: EMOCIONAL, INTELECTUAL, SOCIAL, ECONÓMICO, FÍSICO, PROFESIONAL, AFECTIVO…”

Y recuerda algo que sin duda te ayudará a comenzar este día con verdaderas expectativas de éxito: “No te conformes con nada que no sea lo mejor”

Un saludo y hasta pronto. Fran Lutzardo