viernes, 7 de diciembre de 2012

La metáfora de los monos


Un grupo de científicos agrupó cinco monos en una jaula en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas.

Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.

Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros le golpeaban, hasta que llegó un momento en que ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las bananas.

Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos, y lo primero que hizo el nuevo individuo fué subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le propinaron una gran paliza.

Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales palizas.

Un segundo mono fué sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato.

Un tercero fué cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear.

El cuarto y finalmente el quinto de los veteranos fueron sustituidos.

Los científicos quedaron entonces con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.

Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera, con certeza la respuesta sería:

<< No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así. >>  ¡¿Te suena?!

Reflexiona la enseñanza de este cuento, de cuantas veces hacemos las cosas porque siempre se han hecho así, en vez de plantearnos el por qué hacemos las cosas como las hacemos, y si podría haber otra manera mejor de hacerlas.

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