Nuestra actitud en la vida, es algo que cada cual
elige y decide por sí mismo. Todas las personas hemos experimentado a lo largo
de nuestra vida, algunos errores o fracasos que parecen irremediables; pero a
todos se nos ha dado el poder de inclinar siempre la balanza a nuestro favor
mediante un cambio de actitudes.
Quiero decir, que somos los dueños de nuestro propio destino, en la
medida en que somos también dueños de nuestras actitudes.
Aunque nos quitaran todo, siempre nos quedaría intacta
la capacidad de elegir nuestra propia
actitud, nuestro camino, nuestro destino... Puede parecer increíble, pero
está al alcance de cualquiera decidirse
por el éxito o por el fracaso, por la felicidad o por la infelicidad, por
la alegría o por la tristeza...
Ya ven, se trata únicamente de desarrollar y poner en
práctica, día a día, una actitud mental positiva, capaz por sí misma de
hacernos pasar a la acción como de forma mágica, con decisión, ilusión y
coraje, potenciando al máximo nuestra voluntad. La actitud mental positiva nos
arrastrará hacia el éxito en la medida en que desarrollemos al máximo las
siguientes CONVICCIONES:
1ª.- Estar absolutamente convencid@ de que YO PUEDO y que YO SOY CAPAZ de conseguirlo. Esta convicción nace principalmente de
creer en tus capacidades y en la acumulación de pequeños éxitos logrados gracias al propio tesón y a la capacidad de esfuerzos y superación, para ello, comenzar
marcándote pequeños objetivos y lograrlos te hará familiarizarte con YO PUEDO.
2ª.- La aceptación
de una vida con retos y dificultades.
Ser conscientes de que los retos y las dificultades son un componente de nuestra
vida, “es nuestra vida”. Lo verdaderamente importante no son esas dificultades
sino como te enfrentas a ellas, esto es lo que diferencia a las personas de
éxito del resto, no caen en el desánimo. A los problemas hay que atacarlos
directamente y “dejarnos de lamentarnos por ellos” ya que como sabemos no nos
conduce a nada.
3ª.- La principal diferencia entre una vida de éxitos
y una vida de fracasos la encierra la expresión “sin desmayos hasta el final”. Esto significa que no importa la
cantidad de tiempo, ilusión y entusiasmo que haya de ponerse en cada acción que
nos lleve al éxito, ya que el tesón y la persistencia serán siempre nuestros
aliados. He repasado las biografías de más de un centenar de hombres y mujeres
de éxito, de ayer y de hoy, y en todos ellos he encontrado como cualidades más relevantes el entusiasmo, el
tesón y la lucha sin desmayos hasta el final. Como el caso, ya citado en
otras oportunidades, de Abraham Lincoln, cuya vida durante casi treinta años
fue un completo fracaso en los negocios, en la política y en la familia, al
final y con 65 años llegó a ser presidente de los Estados Unidos ó Thomas
Edison que tuvo que hacer nada menos que diez mil experimentos antes de
inventar la lámpara incandescente.
Ahora depende de ti…, puedes hacer magia y mejorar tu
vida, ¡ya sabes cómo¡ utilizando y poniendo en práctica tu actitud mental
positiva…
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