Probablemente el mayor ejemplo de perseverancia es el que
nos ofreció Abraham Lincoln. Si queréis saber algo sobre alguien que no se
rendía, no busquéis más lejos.
Nacido en la pobreza, Lincoln tuvo que enfrentarse a la
derrota a lo largo de toda su vida. Perdió ocho elecciones, sus negocios
quebraron en dos ocasiones y sufrió un colapso nervioso.
Podría haberse rendido muchas veces, pero no lo hizo, y
gracias a esa persistencia llegó a ser uno de los presidentes más grandes de la
historia de los Estados Unidos.
Lincoln fue un campeón y jamás se dio por vencido. He aquí
un esbozo del camino que lo condujo a la Casa Blanca:
1816 Su familia se vio obligada a dejar su casa y él tuvo
que trabajar para mantenerla.
1818 Su madre murió.
1831 Fracasó en sus negocios.
1832 Se presentó a elecciones para la legislatura y perdió.
1832 Perdió también su trabajo; quería ingresar en la
facultad de derecho, pero no pudo.
1833 Pidió dinero prestado a un amigo para empezar un
negocio yantes de fin de año estaba en la bancarrota. Durante los diecisiete
años siguientes estuvo pagando aquella deuda.
1834 Volvió a presentarse a elecciones legislativas y ganó.
1835 Cuando estaba a punto de casarse, su novia murió y él
quedó con el corazón destrozado.
1836 Tuvo un colapso nervioso y permaneció seis meses en
cama.
1838 Intentó llegar al cargo de representante del estado y
fue derrotado.
1840 Intentó llegar a elector y fue derrotado.
1843 Candidato al Congreso; derrotado.
1846 Nuevamente candidato al Congreso; esta vez ganó, fue a Washington
y realizó un buen trabajo.
1848 Se presentó a reelección al Congreso; perdió.
1849 Intentó ser funcionario en su estado natal; rechazado.
1854 Candidato al Senado de los Estados Unidos; perdió.
1856 Buscó la nominación vicepresidencial en la convención
nacional de su partido, obteniendo menos de cien votos.
1858 Volvió a ser candidato al Senado; volvió a perder.
1860 Fue elegido presidente de los Estados Unidos.
“El camino era difícil y resbaladizo. Resbalé, pero me
recuperé, diciéndome que aquello era un resbalón y no una caída”.
Abraham Lincoln
No hay comentarios:
Publicar un comentario